155. Simón Radowitzky
“A punto de embarcar en avión desde Buenos Aires hacia Ushuaia, pienso en las tres horas de retraso que sufrimos, el amontonamiento de turistas en el aeropuerto, la mezcla de idiomas: portugués, hebreo, castellano. Pienso en el fastidio que siento en la espera y la ansiedad por realizar el vuelo hacia el fin del continente para pasar una semana investigando. De pronto, surge la inevitable comparación: Simón Radowitzky viajó en el fondo de un barco de carga a vapor entre otros miserables, tragando el polvo de hulla, el humo que se filtraba desde la chimenea al exterior y las cadenas y la barra de hierro fijada a sus pies. Pienso en los 25 días de vaivén en el mar a oscuras; el sudor, mezcla de adrenalina y mugre, y la espera miserable hasta llegar al presidio de Ushuaia. Simón Radowitzky pasó 21 años encerrado en una jaula.
¿Cuánto puede resistir un hombre por un ideal? ¿Qué hace que éste lo haga invencible? Simón Radowitzky fue de esas raras anomalías que trascendió el mito para volver a ser, luego de miseria, horror e ignominia, lo que quiso: un hombre común y corriente que luchó por la justicia”. Ésta es su historia.
¿Cuánto puede resistir un hombre por un ideal? ¿Qué hace que éste lo haga invencible? Simón Radowitzky fue de esas raras anomalías que trascendió el mito para volver a ser, luego de miseria, horror e ignominia, lo que quiso: un hombre común y corriente que luchó por la justicia”. Ésta es su historia.
Ilustrado por: Agustín Comotto
«Comotto narra de una forma emotiva y fluida la apasionada vida del anarquista Simón Radowitzky. Gracias a un abrumador trabajo de documentación llegamos a comprender su pensamiento y su lucha idealista, que le llevará a estar en cautiverio 21 años sin que ello quebrante su lucidez. 155 es un ejercicio formidable de memoria, una novela gráfica excelente».
Paco Roca
155. Simón Radowitzky
Ilustrado por: Agustín Comotto
“A punto de embarcar en avión desde Buenos Aires hacia Ushuaia, pienso en las tres horas de retraso que sufrimos, el amontonamiento de turistas en el aeropuerto, la mezcla de idiomas: portugués, hebreo, castellano. Pienso en el fastidio que siento en la espera y la ansiedad por realizar el vuelo hacia el fin del continente para pasar una semana investigando. De pronto, surge la inevitable comparación: Simón Radowitzky viajó en el fondo de un barco de carga a vapor entre otros miserables, tragando el polvo de hulla, el humo que se filtraba desde la chimenea al exterior y las cadenas y la barra de hierro fijada a sus pies. Pienso en los 25 días de vaivén en el mar a oscuras; el sudor, mezcla de adrenalina y mugre, y la espera miserable hasta llegar al presidio de Ushuaia. Simón Radowitzky pasó 21 años encerrado en una jaula.
¿Cuánto puede resistir un hombre por un ideal? ¿Qué hace que éste lo haga invencible? Simón Radowitzky fue de esas raras anomalías que trascendió el mito para volver a ser, luego de miseria, horror e ignominia, lo que quiso: un hombre común y corriente que luchó por la justicia”. Ésta es su historia.
¿Cuánto puede resistir un hombre por un ideal? ¿Qué hace que éste lo haga invencible? Simón Radowitzky fue de esas raras anomalías que trascendió el mito para volver a ser, luego de miseria, horror e ignominia, lo que quiso: un hombre común y corriente que luchó por la justicia”. Ésta es su historia.
155. Simón Radowitzky
«Comotto narra de una forma emotiva y fluida la apasionada vida del anarquista Simón Radowitzky. Gracias a un abrumador trabajo de documentación llegamos a comprender su pensamiento y su lucha idealista, que le llevará a estar en cautiverio 21 años sin que ello quebrante su lucidez. 155 es un ejercicio formidable de memoria, una novela gráfica excelente».
Paco Roca
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