«¡Oscureced la habitación! Sentaos aquí, a la lámpara de lectura, con este libro, y dejad que proyecte su foco de luz sobre las imágenes mientras vais pasando hoja por hoja: no demasiado despacio; no pasa nada si no le encontráis el sentido a cada imagen inmediatamente, tampoco es importante en ese otro lugar; dejad que vayan pasando sus figuras en intenso blanco y negro, y oscilantes luces y sombras, desde la primera en la que un vagón de tren ladeado rugiendo entre humo lleva al héroe a la vida hasta el paseo por las estrellas de un esqueleto al final: ¿Dónde estáis? [...] ¡Mirad y disfrutad, y dejad que vuestra
afición al espectáculo os sumerja a través de la confianza más fraternal!» (Del prólogo de Thomas Mann.)
Sus obras son tan extrañamente convincentes, tan sentidas, tan ricas en ideas que uno nunca se cansa de mirarlas.
Thomas Mann
Mi libro de horas
«¡Oscureced la habitación! Sentaos aquí, a la lámpara de lectura, con este libro, y dejad que proyecte su foco de luz sobre las imágenes mientras vais pasando hoja por hoja: no demasiado despacio; no pasa nada si no le encontráis el sentido a cada imagen inmediatamente, tampoco es importante en ese otro lugar; dejad que vayan pasando sus figuras en intenso blanco y negro, y oscilantes luces y sombras, desde la primera en la que un vagón de tren ladeado rugiendo entre humo lleva al héroe a la vida hasta el paseo por las estrellas de un esqueleto al final: ¿Dónde estáis? [...] ¡Mirad y disfrutad, y dejad que vuestra
afición al espectáculo os sumerja a través de la confianza más fraternal!» (Del prólogo de Thomas Mann.)
Mi libro de horas
ISBN: 978-84-15717-25-6Tamaño: 13 x 19 cm.Encuadernación: RústicaPáginas: 208
Sus obras son tan extrañamente convincentes, tan sentidas, tan ricas en ideas que uno nunca se cansa de mirarlas.
Thomas Mann