En Nórdica nos encantan los animales y hemos tenido el placer y la suerte de publicar varios títulos en los que son los verdaderos protagonistas de la historia. Desde el clásico de Jack London La llamada de lo salvaje al título de Nórdica Infantil La huida de Peggy Sue, en el que una simpática y valiente vaca lucha por alcanzar su libertad. También nos preocupa y queremos cuidar su hábitat, por ello publicamos títulos como Naturaleza de Ralph Waldo Emerson o el preciosamente ilustrado y necesario título Los asombrosos trabajos del Planeta Tierra, de Rachel Ignotofsky.
Algunos jóvenes lectores recordarán también a nuestro amigo Jefferson Bouchard de la Poterie, un erizo bonachón y coqueto, que se verá envuelto en una trama policial trepidante que le llevará a emprender un viaje al país de los humanos.
Esta vez, desde Nórdica, hemos emprendido el viaje inverso al de nuestro amigo Jefferson: nos hemos acercado al país de los erizos y al de muchos animales silvestres que están siendo cuidados y atendidos por el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA).
Esta ONG, nacida en 1981, empezó su labor como asociación para el estudio y la conservación de la naturaleza. A día de hoy, se dedican a la recuperación de la fauna salvaje autóctona, y tienen un Hospital y Centro de Rehabilitación de Fauna Salvaje, cuya atención veterinaria ha salvado y dado cuidado a miles de animales salvajes en peligro, heridos o amenazados. De hecho, también tienen un programa de cría en cautividad para las especies amenazadas, con el fin de poder devolverlas a su hábitat natural.
Por otro lado, en GREFA organizan, a través del Programa de Educación Ambiental, visitas de centros educativos, colegios e institutos que pueden acudir a conocer las instalaciones en Majadahonda y a conocer los animales que cuidan y protegen. Pero si ya no estás en la etapa educativa, no te preocupes, el público general también puede realizar visitas guiadas los fines de semana.
Además de toda esta encomiable labor, parece que en GREFA han emprendido recientemente otra singular iniciativa: un club de lectura para animales silvestres especialmente curiosos. En esta imagen puedes conocer al primer asistente, un entusiasmado erizo que ya es todo un seguidor de las aventuras de su compañero Jefferson.
